Fede's back to kick some ass!

Así es, muchachada, he regresado de mi estadía en la Mansión Lezama, ubicada en la bellísima pradera paravachasquiense. Me han tratado de mil maravillas y he traído varias experiencias para contar.

Alta Gracia es una ciudad en donde lo impensable sucede y lo extraño es normal. Monstruos con cara de plástico recorren sus vías y perros con hocicos hinchados chillan entre la maleza del bosque montez. En resumen, un Sunnydale en pleno monte cordobés.
Los altagracenses resultan una compañía muy agradable, teniendo en cuenta que ignoran (o creen ignorar) los bizarros casos que en su pequeña población jesuítica suceden.

Y bueno, así comienzo las crónicas de Alta Gracia (que no tienen ni un poquito que ver con las "Crónicas de Narnia", excepto por los animalejos del bosque).
Las iré agregando a lo largo de la semana. Ahora, sinceramente, me da mucha paja.

Adiós!