23.11.06

mascarpone con frutos del bosque (blanco inmaculado, manchas escarlata)

Inocencia despechada recién salida de su capullo, bailando con fulgor, por primera y última vez, las triunfales estrofas de la canción del vampiro. Él la tenía en sus manos, mientras las cuerdas de los violines iban rasgando su pureza, transformándola en lujuria y sed de carne.

A cada compás, el padre sentía a la hija menos suya, más salvaje; fémina descubriendo su femeneidad. Los brazos enlazados sintieron el avance del tiempo, esa nostalgia que entraba en el alma por los ojos, observando al fruto de su humanidad ya maduro, ya listo para la cosecha. Una mezcla incomparable de orgullo y temor que causaba a su corazón fragmentarse.

El rasguido de las finas hebras musicales sonaba y colmaba el ambiente con las notas finales de una vida. Simulando más una marcha fúnebre para la infancia que un himno a la alegría, guiaba a la pareja en sus tres cuartos y giros y vaivenes.

Sentir cerca del pecho el calor de la propia sangre crecida y en la cumbre de la felicidad, como una recompensa tras la ardua labor, lo hinchaba de placer. Protegería esa flor recién florecida, esa joya recién pulida, con todo el amor que un padre puede dar.

La corrupción humana trepaba el fino tul albino con cada pedazo de partitura que sonaba. El alma se pudriría irremediablemente. La inocencia, fuera de su coraza, sería víctima ineludible de aquello que el hombre llama crecimiento y madurez: adultez.

La danza continuaba; ellos seguían esa danza. Con cada paso el escalofrío de la emoción recorría el estómago del padre, demasiado anonadado con la belleza de su pequeña dama como para percibir por completo la metamorfosis por la cual ella iba pasando.

Los rostros dibujados de papel y carbonilla que los rodeaban servían de sonido ambiental y sólo intensificaban el crescendo. Aumentando en velocidad y volumen, la sinfonía escribía en la vida de ellos un giro repentino, como la caída inesperada de una centella.

Resonar de trompetas en el momento en el que la pareja finalmente se separó y quebró sus lazos físicos. Ella ya creció lo suficiente, él ya abusó de su necesidad de protección. Los compañeros se van permutando constantemente, hasta que la noche se traga a padre y primogénita en lo más recóndito de sus horas hacia distintos destinos.



Las campanas chillaron su carrera frenética hacia el decrescendo, escoltando al desenlace de aquel festejo cargado de fatalidad venidera. Así quiso la vida, o quizás un hado más ulterior que la vida misma, que en la cabeza de aquel progenitor gimiera el recuerdo de los tristes arpegios de piano cuando se percató de la súbita desaparición de ella.

La búsqueda interminable a través del salón, revisando tras cada una de las máscaras que cubrían los rostros de los invitados, mientras sonaban los sintetizadores, sólo para encontrar, a kilómetros, un vestido de blanca pureza cubriendo un cuerpo inherte y casi desconocido. El rostro mutilado, la flor destruida. Manchas escarlata cubrían la seda casi transparente, de belleza inmaculada, contrastando con el recuerdo de su tímida muchacha.


En pose de delicada bailarina la encontró. La carne era la misma; el alma que la había abandonado no. Con el dolor atravesando su pecho, como el sonido de los platillos penetrando su memoria, la tomó y la abrazó. El sentir la caída estrepitosa de su orgullo frenó la música de repente. Sabía que no bailarían más e intensificó los pensamientos sobre su juvenil rostro.


Las lágrimas recorrieron los cuerpos de ambos, haciendo correr el rojo sobre las heridas, sobre los tajos, sobre la blancura de aquel ropaje de fiesta.

20.11.06

mousse de chocolate (suave, dulce y amarga)

sabía que tarde o temprano el hielo se derretiría y nuestros labios estarían juntos. tu sonrisa lo dictaba y me lo hacía saber. la comisura de tu boca desparramaba esa simpatía picaresca. ¿por qué siempre ese gesto de continua tentación?

el agua chorreaba, yo me animaba a más. fui probando, poco a poco, saboreando el acercamiento. la quimera se iba haciendo real, aunque antes, por indicios de algún augurio, ya estaba desarrollándose en nuestra imaginación, en nuestra voluntad. ¿nuestra? quizás sólo en la mía, aunque tu mirada demostrara lo contrario.
el hielo se quebró entre nuestros dientes, llevando a lo inevitable. o tal vez fuera evitable, no lo sé. podrías haber sido víctima de la lástima, de la inercia o del puro deseo.

todavía estoy en la incertidumbre, como el aroma que persiste en mi cabeza, sobre el motor de ese instante fugaz, sin embargo, me frustra saber que no compartiste esa agua fresca recién derretida conmigo.
a veces no quisiera ser una estúpida nena adolescente.

6.11.06

tramontana (rebuscada)

"We are human
after all"

esperaba muchas cosas de la vida. quería vivir a pleno y recatarse. también quería morirse.
quería ser natural, quería ser artificial.
quería ser ave, pez, insecto, crustáceo, molusco, mamífero, reptil.
quería ser mineral, quería ser vegetal.
quería ser etéreo, quería ser palpable.
quería ser real, quería ser imaginario.
quería ser puro, quería ser perverso; ángel, demonio.
quería ser sol y luna, luz y oscuridad, agua y fuego.
tenía ganas de ser materia; pero no, mejor energía.
quería ser dios, pero también quería ser hombre.
sentía deseos de ser varón, de ser tío, abuelo. por qué no, tío-abuelo, bis-abuelo.
siempre quiso ser nieto e ir a pescar; ser hijo y jugar al fútbol, ser hermano y pelearse.
pero por otra parte, también quería ser mujer, ser tía, abuela.
quería ser tía-abuela, bis-abuela.
ser hija y tener fiesta de quince, ser hermana y cuchichear, ser nieta y aprender a tejer.
quería parir y dar vida, quería ser madre.
quería ser padre y sentir el nerviosismo de la sala de espera.
quería ser travesti y tener un show de trasnoche y causar polémica.
quería ser predador y presa también.
esperaba ser puro, inmaculado, santo.
por el otro lado quería ser perverso, sádico, putrefacto y descarado.
una vez quiso ser héroe y villano de la misma novela.
también anhelaba ser víctima y verdugo, amo y esclavo, sometido y atormentador.
quería ser acusado, abogado defensor, fiscal, juez, jurado.
quería ser vedette y público, actor y actriz y director.
también productor, editor, escritor y encargado del casting de la película.
quería ser heterosexual, homosexual, bisexual, transexual, asexual.
quería ser necrófilo, pedófilo, cropófago, antropófago.
deseaba ser fetichista; esperaba ser convencional.
quería ser anarquista, comunista y capitalista.
buscaba llegar a marido y arrodillarse y hacer la propuesta,
pero también quería alcanzar el vestido blanco y lanzar el ramo.
quería ser judío, católico, budista, protestante, musulmán y sectario.
quería ser africano, asiático, europeo, latino y norteamericano.
ah, también australiano.
quería ser musculoso, pero tampoco tanto, pero por qué no.
quería ser rubio, morocho, pelirrojo y castaño.
quería los ojos celestes, marrones, verdes y grises.
esperaba ser alto, también bajito.
quería ser amado, quería ser odiado.
tenía ganas de ser recordado, pero que no se acuerden de él.
quería la fama y el éxito, pero también quería vivir la vida común y corriente.
quería ser normal, quería ser extraño.
quería seguir la moda, quería ser clásico, quería ser vanguardista.
le agradaba que piensen en él y cuando no lo hacían para nada, mejor.
quería estar enojado y deprimido.
quería ser optimista y risueño.
quería una familia numerosa y quería ser huérfano.
juntaba dinero para ser millonario y lo derrochaba para ser pobre.
quería ser hedonista y egocénctrico, narcisista y superficial.
deseaba ver a la gente por su interior, quería que su imagen sea lo menos importante y el trabajo antes que el placer.
quería ser prostituta y monja.
quería ser taxi-boy y sacerdote.
quería ser violador. quería ser policía, quería ser ladrón.
quería ser cadáver y asesino.
quería ser inquisidor y bruja.
quería ser jinete y caballo.
quería volar, nadar, saltar, trepar, cavar.
anhelaba ser punk, ser dark, ser cumbiero, ser pistero, ser rollinga, ser metalero, ser rastafari, ser pop, ser emo, ser rockero, ser rapero y ser latin-lover.
quería ser pecador y virtuoso.
quería ser investigador, prueba 1, prueba 2, prueba 3 y criminal.
tenía ganas de ser crímen y castigo.
quería ser discapacitado y superdotado.
quería ser retratado y retratador.
racional y sentimental; ateo, escéptico, espiritual, creyente, agnóstico, científico, artista.
quería ser de aries, de tauro, de gémins, de cáncer, de leo, de virgo, de libra, de escorpio, de sagitario, de capricornio, de acuario, de piscis.
quería ser un niño inmaduro y hacer travesuras.
quería ser mayor de edad, con madurez suficiente como para vivir solo.
quería ser borracho, drogadicto y sexópata.
quería ser sobrio y puritano.
quería ser chic y tener mal gusto.
le gustaba ser ilusionista, profeta y mesías.
quería ser admirado y despreciado; sobrevalorado y menospreciado.
quería ser sencillo y complejo al mismo tiempo.
quería estudiar en el primario.
quería estudiar en el secundario.
quería estudiar en la universidad.
quería estudiar en un posgrado.
quería ser analfabeto.
quería oler bien y apestar.
le gustaba ser inexpresivo y demasiado demostrativo.
le encantaba ser inexperto y el más apto.
gozaba siendo introvertido y extrovertido.
quería ser freudiano, lacaniano y jungiano.
fantaseaba ser figura pública y completamente privado.
quería estar en compromiso y soltero.
quería tener millones de amigos y no conocer a nadie.
deseaba ser todo, era un megalómano. o realmente no sabía lo que quería.
pero era humano, después de todo.
¿o no?

5.11.06

crema del cielo (éxtasis)

Y saltás. Saltás a más no poder de la exitación que te produce el sonido del bombo en los oídos.
Y estallás. Estallás de placer al sentir los beats electrónicos en el pecho.
Y sufrís. Sufrís si no percibís el ritmo frenético de los arpegios techno pululando sobre sus cabezas.
Y sudás. Sudás y derramás las gotas sobre el suelo plástico, empapando a todos los demás.
Y disfrutás. Disfrutás cuando tus pupilas se dilatan exageradamente al ver las luces neónicas frente a todos ustedes.
Y bailás. Bailás con desenfreno la música narcótica que resbala por tus tímpanos y los hace temblar.
Y vibrás. Vibrás porque tus fibras vibran, cada célula de tu cuerpo vibra, cada átomo de tus células vibra, cada protón de tus átomos vibra.
Y girás. Girás siguiendo la estela de sonidos que vas encontrando y que te ordena continuar.


Es todo incierto hasta que el segundo pasa y ya lo viste. Los colores, el movimiento, el estruendo, todo te incita al placer. Estás viviendo en un espectáculo de fuegos artificiales y sos una de las tantas chipas que saltan y brillan y chillan.
La energía atraviesa tus neuronas, la sinápsis es inevitable y consigue hacerte tocar el cielo con los dedos.
Estás contento.
Estás enérgico.
Estás ciego de neón y xenón.
Estás viendo colores sobrenaturales.

Estás percibiendo imágenes irreales.
Tocás y no sentís.
Te tocan y no sentís.
Estás en movimiento.
Estás en traslación.
Estás en rotación.
Estás en éxtasis.

1.11.06

menta granizada (verde y refrescante)

ya lo dijo lorca
que el verde es el color de la pasión.
yo no lo creía, hasta que vi sus ojos.
deslumbrantes, del color de la vegetación,
del musgo, de la lechuga.
eran refrescantes, como un rocío helado
que baña la nuca intermitentemente.
también eran moteados,
manchados, con tonos oscuros y contrapuestos.
los miraba fijamente, todos los días,
intentando sembrar en ellos la atracción,
pero me repelían y yo me quedaba sin premio.
era dulce beber de su mirada.
dulce, y sin embargo amargo.
intentaba llegar a ellos,
pero jamás lo lograba.
¿frustrante?, 'lo que importa es participar'.
a todos nos gusta ganar,
saborear ese fresco verde en la mirada,
esa pasión desbordante,
pasión inmadura, tierna pasión,
erótica, afrodisíaca;
perderlo sin haberlo obtenido
es como beber agua y no saciarse,
caminar persiguiendo el espejismo
que sabemos no existe.
alguna vez celé esos ojos
con todas mis vísceras,
pero sé que no soy quién,
ni siquiera qué,
para arrebatarlos a los demás.
simplemente, acepté su destino público,
aspiré hondamente ese verde refrescante,
esa helada mirada estática,
y abandoné la iglesia.
'¡qué lindos ojos que tiene jesús, mamá!'