11.4.07

Brindo por la ignorancia

Así es, brindo por la ignorancia. Y brindo también por el desconocimiento, la
idiotez y la estupidez. Brindo por todos aquellos que no saben, por todos los
boludos, por todos los brutos e inconscientes.
Aquellos que son tontos, opas, bobos y débiles mentales; aquellos incapaces y a los que les cuestan las cosas, Dios los tenga en su gloria. También los que se regocijan en la moda, los que disfrutan de lo imbécil e inmaduro, de lo violento y sangriento, del entretenimiento sin contenido.
Benditos sean ustedes, los procedentes de la barbarie, los incivilizados, los incautos, los inocentes. Los crédulos, los cortos de entendimiento, los mentecatos, los memos, salvados sean.
Autómatas faltos de razonamiento, optimistas ingenuos que no quieren ver la realidad, torpes empedernidos, nada malo les pase, la desgracia se aleje de ustedes.
Y saludo honorablemente a los que se equivocan repetidamente, a los que fallan siempre en el mismo obstáculo, a los que pisan siempre el mismo palito, a los tarados, a los necios, a los lerdos.
Hoy es el día en el que terminé con mi idealismo y me di cuenta de cómo son las cosas realmente. La antigua ley de la selva sigue vigente y es así también como se cumple el poder simbiótico de la naturaleza humana. ¿Qué seríamos nosotros, los cultos y capaces, sin aquellos por los que brindo en esta hermosa noche, antes de disfrutar de tan noble y bondadosa cena? Sólo imaginen una sociedad inteligente hasta el último individuo. (Y no, no hablo de que los honrados esta noche no sean inteligentes, pues es la inteligencia, el raciocinio, lo que nos separa a los humanos de los animales; pero refiero esta palabra a la superioridad misma que se da entre aptos y no aptos, es decir, entre inteligentes e ignorantes).
¡Qué fácil es la vida para nosotros los hábiles, que sobresalimos entre la barbarie inepta y maleable! ¿O es acaso que todavía no saborearon los placeres de ser halagado por el mínimo esfuerzo lógico, cosa de la que no muchos son capaces? La simpleza de hablar en difícil, así como lo dicen los mundanos, y conseguir las alabanzas más satisfactorias para alimentar nuestro ego. Con sólo decir Esa obra de arte es muy linda adornada con las palabras y parafernalias más rebuscadas, derivando dicha frase en Esa expresión del alma, esa imagen idealizadora del espíritu del artista, cumple con todos los requisitos para ubicarse junto a los más grandes artífices de la cultura humana, incluso superando a varios idóneos contemporáneos y satisfaciendo el deseo, el placer de la belleza que necesitamos las personas para separarnos de nuestra naturaleza animal, conseguimos títulos de sabios, genios y críticos. Es que frases como ésta no se escuchan todos los días, y es que ellos, por los que hoy estoy agradecido y a los que hoy dedico toda mi obra y vida, nos hacen el trabajo de vivir mucho más sereno.
Retomando la imagen de una sociedad superdotada hasta su más ínfimo miembro, ¿creen ustedes, mis colegas, que ser una persona renombrada costaría lo mismo que nos cuesta hoy día? La competencia surge cuando hay competidores. Cuando se es mejor a los demás, la carrera está ganada, los honores caen del cielo. Es por esto que hoy, junto a ustedes, brindo por la ignorancia, para darle aquella distinción que jamás recibirá por mérito propio, sino por el favor incondicional que nos brindan con su simple existencia.

¡Salud!

1 comment:

Anonymous said...

este es viejo, o lo leí en un sueño o algo.
y ese carteli te lo hice yo ∑:3
te beso periquita.
te quiero mucho.